Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. ¡Oh Madre de Dios!, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.
MARIA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS
MARIA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS (COMUNIDAD CATOLICA, APOSTOLICA Y ROMANA).
MARIA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS ES UNA COMUNIDAD EN LA CUAL TODOS LOS MIEMBROS NOS REUNIMOS DIARIAMENTE (NOCHE Y DIA) PARA VENERAR A LA MADRE DEL REDENTOR DEL MUNDO. TE INVITAMOS A COMPARTIR CON NOSOTROS LAS GRANDEZAS QUE SOLO ELLA NOS SABE DAR. MARIA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS. RUEGA POR NOSOTROS. AMEN. EN EL SIGUIENTE LINK PODRAS CONOCER MAS SOBRE NUESTRA COMUNIDAD; http://mariamedianera.ning.com
sábado, 16 de enero de 2010
HERMANOS DE LA PAZ
Autor: Comunidad de la Paz | Fuente: Catholic.net
Hermanos de la Paz
Un movimiento apostólico con una vida totalmente consagrada a Dios y a los más desamparados
Hermanos de la Paz
Desde el 18 de noviembre de 2000, Martín Eguilúz ve la necesidad de instrumentar un grupo de personas que se dedicaran a la atención de las personas más desamparadas de la sociedad. Inmediatamente logra formar un grupo de voluntarios y comienza los trámites ante el Estado (Ministerio de Educación y Cultura) a efectos de que la Comunidad de la Paz fuera reconocida como Asociación Civil y se le adjudicara Personería Jurídica.
Con la ayuda de la Divina Providencia, el fundador logra abrir la Enfermería para las personas en situación de calle. Si bien los voluntarios desempeñaban tareas de apoyo muy valiosas e importantes, se necesitaban seres dispuestos a consagrarse totalmente al servicio de los más desamparados. Martín, intuyo muy pronto que entre los voluntarios ninguno estaba dispuesto a dejarlo todo, todos tenían y tienen compromisos que no podían abandonar (trabajo, familia u otras proyectos de vida).
Como toda obra de Dios, la Providencia se hace presente y a los pocos meses, casi de inmediato, algunos de los asistidos manifiestan el deseo de colaborar, ayudando en la higiene de la casa, lavando ropa, sábanas, cocinando y realizando las recorridas nocturnas por las calles de la ciudad. También manifiestan interés por formarse para poder servir mejor, es así que el fundador les imparte clases de primeros auxilios y más tarde con la experiencia adquirida algunos se convierten en excelentes enfermeros.
Comienzan a vivir en comunidad, compartiéndolo todo, y se elabora una Regla de vida, basada en el Evangelio, en la misión y labor propio de nuestro carisma (la asistencia a los más desamparados de la sociedad). Por un motivo práctico (no utilizar la ropa destinada a los pobres) los miembros de la incipiente comunidad, cambian sus ropas, por un “hábito” blanco, lo cual nos abrió muchas puertas y nos evitó muchos problemas. Fue la propia gente de la calle, que bautizó a los miembros comprometidos de la comunidad con el nombre de: “Hermanos de la Paz”.
Los Hermanos de la Paz somos hombres de fe, incorporados a la Iglesia por el bautismo, y emitimos los votos tradicionales de pobreza, castidad y obediencia. Y por nuestro carisma de atenciòn a los màs desamparados, profesamos cuatro promesas que son: SERVICIO, DISPONIBILIDAD, HOSPITALIDAD, Y COMUNIÓN.
# SERVICIO:
Servimos por vocación a quien ya nadie quiere servir.
# DISPONIBILIDAD:
Disponibles a ir, a escuchar al incongruente, a limpiar al sucio, al sarnoso, disponibles a sentarnos junto al mal oliente y darle la mano, disponible a velar por el enfermo. Sin esperar nada a cambio. Con la disponibilidad aniquilamos la indiferencia, la soledad, el olvido, la marginación de un ser que es nuestro hermano e hijo de Dios. La disponibilidad nos abre puertas y caminos donde Dios muy bien nos puede guiar.
# HOSPITALIDAD:
La hospitalidad de corazón es rica, sana, nos permite crecer, ganar tesoros que nadie puede arrebatar. Acoger al más olvidado y despreciado en nuestro corazón, es meta y trabajo interior de un verdadero Hermano de la Paz. Amar al que ya nadie ama es sin lugar a dudas nuestra mayor misión.
# COMUNIDAD:
”Donde hay dos o tres reunido en mi nombre, yo estoy con ustedes” JESÚS.
Común unión entre nosotros los hermanos y los más olvidados. Es aquí donde está el arte, la chispa, la creatividad y el ingenio. Reunidos junto al Maestro surge la energía capaz de aliviar el dolor de muchos, nace el coraje para emprender tareas nuevas, y el dinamismo para continuar.
Somos un movimiento apostólico con una vida totalmente consagrada a Dios, y a los más desamparados. Tenemos una espiritualidad Cristocéntrica y una fuerte devoción Mariana. Dedicamos varias horas del día a la oración y reflexión, fuente y motor de todo nuestro accionar. Como cristianos estamos integrados a las parroquias próximas a nuestros hogares y junto a nuestros hermanos en la fe compartimos con ellos los domingos la Celebración Eucarística. Gracias al aumento de postulantes para Hermanos de la Paz, podemos realizar más servicios y planificar la fundación de una nueva casa fuera de la ciudad de Montevideo.
Si desea comunicarse con la Comunidad de la Paz, puede escribir a:
Hno. Martín Eguiluz, Director
Comunidad de la Paz
Chana 2060
11200, Montevideo
Montevideo, URUGUAY
Teléfono: (Código de Discado Internacional) + 598 2 4009264.
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